La escleroterapia es considerada el tratamiento de elección para tratar de manera efectiva las venas varicosas y arañitas. 

Para este procedimiento, el paciente se recostará boca arriba con las piernas levemente elevadas. Después de limpiar con alcohol el área a tratar, el médico utilizará una aguja delgada para inyectar lentamente la solución esclerosante en la vena correspondiente. La solución hace que la vena cicatrice, forzando la sangre a encaminarse a través de venas más sanas.

La cantidad de inyecciones depende de la cantidad y el tamaño de venas a tratar. Se recomienda un protocolo entre 6-8 sesiones, las mismas se realizan con intervalos de 1 semana.